Se creía hasta hace bien poco que la única noticia sobre la llegada de las papas a Canarias era la referida por Viera y Clavijo en su Diccionario de historia natural (1866), indicando que fue plantada por primera vez en Icod el Alto hacia 1622. Sin embargo existe documentación en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas sobre el envío de papas desde La Isleta a Amberes (Flandes) en 1567 y de una partida, procedente de Tenerife a Francia en 1574. Es más que probable que el cultivo en Gran Canaria se viniese produciendo desde décadas anteriores y que esta isla hiciera de puente para su introducción en España y Europa. Los primeros datos fiables de la entrada a la península Ibérica se obtienen del Archivo de Sevilla, en concreto de los libros de contabilidad del Hospital de Sangre de Sevilla, donde se recogen entradas de “patatas” en 1573 y en 1576. Estos datos supondrían el primer acceso de papas a Europa. En cualquier caso, tanto las papas llegadas a Canarias eran de Solanum tuberosum grupo andigena.